martes, 4 de octubre de 2011

San Nilo: vida y profecías


San Nilo fué un ermitaño que hace 1500 años predijo con impresionante exactitud los hechos actuales.

Fue discípulo ferviente de San Juan Crisóstomo. Funcionario en la Corte de Constantinopla, casado, tubo dos hijos. Mientras San Juan Crisóstomo era el patriarca, antes de su destierro (398-403), dirigió a Nilo en el estudio de la Escritura y en los trabajos de piedad.

San Nilo dejó a su esposa y un hijo y se llevó al otro, Theodulos, con él, al Monte Sinaí para ser monje. El Obispo de Eleusa ordenó sacerdotes a ambos, a San Nilo y a su hijo. La madre y el otro hijo también abrazaron la vida religiosa en Egipto.

Fue una persona muy conocida por la Iglesia Oriental; con sus escritos y tuvo una parte importante en la historia de su tiempo. Era conocido como teólogo, estudioso bíblico y escritor asceta, así que gente de todo tipo, desde el emperador hacia abajo, le escribía para consultarlo.


He aquí sus profecías:

Después del 1900, hacia mediados del siglo 20, las personas de ese tiempo se volverán irreconocibles. Cuando el tiempo del advenimiento del Anticristo se acerca, las mentes de las personas crecerán en confusión por las pasiones carnales, y el deshonor y la injusticia se volverán más fuertes. Entonces el mundo será irreconocible.

La apariencia de las personas cambiará, y será imposible distinguir a los hombres de las mujeres debido a su inmodestia en el vestido y estilo de pelo. Estas personas serán crueles y serán como los animales salvajes debido a las tentaciones del Anticristo.

No habrá respeto por padres ni superiores, el amor desaparecerá, y los pastores cristianos, obispos, y sacerdotes se volverán hombres vanos, fallando completamente en distinguir el camino recto del errado. En ese momento, las morales y tradiciones de los Cristianos y de la Iglesia cambiarán.

Las personas abandonarán la modestia, y la dispersión reinará. La falsedad y la codicia alcanzarán grandes proporciones, y desgracias vendrán a aquéllos que amontonen tesoros.

Lujuria, adulterio, homosexualidad, hechos secretos y asesinatos gobernarán en la sociedad. En ese momento del futuro, debido al poder de tan grandes crímenes y libertinaje, se privarán las personas de la gracia del Espíritu Santo que recibieron en el Santo Bautismo e igualmente el remordimiento.

Las Iglesias de Dios serán privadas del temor de Dios y de pastores piadosos, y la desgracia vendrá a los cristianos que permanezcan en el mundo en ese momento; ellos perderán su fe completamente porque les faltará la oportunidad de ver la luz del conocimiento en ninguna persona.

Entonces se separarán del mundo e irán a santos refugios buscando aliviar sus sufrimientos espirituales, pero por todas partes encontrarán obstáculos y constreñimiento. Y todo esto resultará del hecho de que el Anticristo quiere ser Señor de todo y convertirse en gobernante del universo entero.

Producirá milagros y señales fantásticas. Dará también sabiduría depravada a un infeliz para que descubra una manera de que el hombre pueda mantener una conversación con alguien de un extremo de la tierra al otro.

En aquel tiempo, los hombres también volarán a través del aire como los pájaros y descenderán al fondo del mar como los peces. Y cuando hayan logrado todo eso, estas personas infelices gastarán sus vidas en medio del confort sin saber, pobres almas, que esto es un engaño del Anticristo.

¡Y, el impío! así completará la ciencia con la vanidad que se saldrá del camino correcto y guiará a las personas a perder la fe en la existencia de Dios en tres hipóstasis.

Entonces el bondadoso Dios verá la caída de la raza humana y acortará los días por causa de esos pocos que serán salvados, porque el enemigo quiere incluso llevar al escogido a la tentación, si eso es posible... entonces la espada del castigo aparecerá de repente y matará a los pervertidores y a sus sirvientes.

Fuente: http://nuevaera.over-blog.es/