sábado, 15 de octubre de 2011

Profecías aztecas y el quinto sol

El Estado mexica (en náhuatl: Ēxcān Tlahtolōyān), llamado comúnmente Imperio azteca, fue la formación política mexica derivada del proceso de expansión territorial del dominio económico de la ciudad-estado México-Tenochtitlan, que floreció en el siglo XIV en Mesoamérica. Fue encabezado por los mexicas —también conocidos como aztecas—, un pueblo que, de acuerdo con algunos documentos históricos como la Tira de la Peregrinación, era originario de un sitio mítico conocido como Aztlán, al que se suele ubicar fuera de los confines de Mesoamérica. Sin embargo, parece plausible que los mexicas fueran un pueblo de tradición cultural netamente mesoamericana y no los descendientes de grupos chichimecas dedicados a la cacería y la recolección.


Según la cosmogonía de los aztecas, existieron cuatro soles o edades antes que la nuestra, cada una de las cuales finalizó con grandes catástrofes naturales que diezmaron a la humanidad.


El mito de los cinco soles es conocido por la literatura azteca y por los pocos códices (libros) que sobrevivieron a la destrucción de los conquistadores, pero principalmente por el llamado “Calendario azteca”, “Piedra del Sol” o “Piedra de los Soles”, una de las piezas arqueológicas más estudiadas y controvertidas, que se encuentran en el Museo Nacional de Antropología de México. Se trata de un gigantesco disco de piedra de más de tres metros y medio de diámetro y un peso cercano a las 25 toneladas, donde se ha representado esquemáticamente la compleja cosmogonía azteca. Actualmente, la mayoría de los estudiosos coinciden en que la figura central representa al Sol actual, y los cuatro grabados que la rodean a los soles anteriores, si bien existen otros investigadores, como Ibarra Grasso, que ofrecen una interpretación diametralmente opuesta. En lo que no existe unanimidad es en la duración que habrían tenido cada uno de estos períodos, que comprenden varios ciclos de 52 años por cada Edad. Las cifras, según los distintos autores, van desde los 600 años hasta varios miles de años por Edad. También resulta difícil establecer cuando terminará esta Quinta Edad o ciclo; las profecías aztecas señalan que la humanidad que viva bajo el Quinto Sol será destruida por terremotos y por “fuerzas que hacen un ruido superior al trueno”.


También debemos destacar la profecía relativa al regreso de QUETZALCOATL, la “serpiente emplumada”, dios civilizador de los aztecas, que luego de cumplir con su misión se fue prometiendo regresar en el año CE – ACATL (1 – Caña), cuando coincidieran los tres calendarios utilizados por los aztecas: el ritual o lunar, el solar y el venusino. Irónicamente, esta fecha coincidió con el año 1519, fecha en que los españoles llegaron a México. Los aztecas creyeron que Cortés era Quetzalcoatl que regresaba... Pero este hecho aciago, por el contrario, desencadenó el ocaso de una cultura maravillosa, otrora poderosa, que se decía a sí misma procedente de una tierra hundida llamada AZTLAN (¿la Atlántida?) y que nos dejó mitos y tradiciones de gran belleza poética, como este “Mito de los Cinco Soles”: “Según hablan y dicen que saben los viejos, la Tierra y el Cielo se cimentaron en el año 1, Conejo. También dicen que saben que cuando esto sucedió, habían ya existido cuatro clases de hombres, cuatro clases de vidas en la Tierra. Así que sabían también que cada una de ellas había existido en un Sol (una Edad). Saben y dicen que su dios los creó de ceniza, y atribuyen a Quetzalcoatl, cuyo signo es 7, Viento, el haberlos hecho y creado.
  • El primer Sol que hubo al principio, bajo el signo 4, Agua, se llamó ATLTONATIUH (Sol de Agua). En este sucedió que todo se lo llevó el agua, todo desapareció, y las personas se convirtieron en peces.
  • El segundo Sol que hubo estaba bajo el signo 4, Ocelote, y se llamó OCELOTONATIUH (Sol Felino). En este sucedió que se hundió el cielo, el Sol no seguía su camino; al llegar al mediodía se hacía de noche, y cuando oscurecía los tigres se comían a la gente. Y dicen que bajo este Sol vivían los gigantes, que así se saludaban: “No se caiga Ud., porque el que se cae, cae para siempre”.
  • El tercer Sol que hubo, bajo el signo 4, Lluvia, se llamó QUIAHUTCNATIUH (Sol de Lluvia de Fuego). En él sucedió que llovió fuego sobre las personas, y los que en él vivían se quemaron. Y dicen que en él llovieron guijarros, y que ésos son las piedras que ahora vemos; que hirvió la piedra TEZONTLE, y que entonces se enrojecieron los peñascos.
  • El cuarto Sol, bajo el signo 4, Viento, se la llamó EHECATONATIUH (Sol de Viento). En éste todo se lo llevó el viento. Entonces todas las personas se volvieron monos, y fueron esparcidas por las selvas y los bosques.
  • El quinto Sol, bajo el signo 4, Movimiento, se llamó OLLINTONATIUH (Sol de Movimiento), porque se mueve, sigue su camino. Y como andan diciendo los viejos, en él HABRÁ MOVIMIENTOS DE TIERRA, HABRÁ HAMBRE, Y ASI PERECEREMOS...”
Una semana después de la conjunción planetaria y el eclipse de Sol del 11 de agosto de 1999, se habían registrado en todo el mundo más de 30 terremotos y sismos, algunos de gran intensidad, como los de Turquía y Grecia, que provocaron miles de víctimas. También hubo movimientos sísmicos en países de Centro América y en Perú. ¿Estamos cerca del fin del Quinto Sol profetizada por los aztecas...? ¿O la Quinta Edad culminó con la llegada de los españoles, como sostienen algunos autores...?

“Dado que nos nombres de los soles anteriores corresponden a la fecha en que fueron destruidos – escribe Scott Peterson en su libro “Profecías de los indios americanos” – sabemos que los aztecas creían que la Quinta Era terminaría en la fecha 4, Movimiento. Desgraciadamente, sólo indican el día pero no el año. De acuerdo con la tabla publicada por el arqueólogo Alfonso Caso, dicho día corresponde al 10 de mayo del calendario gregoriano. Según la profecía, los terremotos y el hambre devastarán la Tierra, y en ese día decisivo de un año desconocido, la Quinta Era llegará a su fin”.

Obras Consultadas:
  • Leyenda y Misterio de los Aztecas, Javier Tapia Rodríguez. Editorial Edicomunicación.
  • La verdadera interpretación del Calendario Azteca, Dick Edgar Ibarra Grasso, Editorial Kier.
  • Profecías de los Indios Americanos, Scott Peterson, Editorial Tikal.

Autor: Por Victor Manuel Jara
Fuentes : www.fabiozerpa.com/ y es.wikipedia.org/