miércoles, 18 de enero de 2012

Las apariciones de La Virgen de Ezquioga

La actual Ezkioga-Itsaso, en español Ezquioga-Ichaso, es una localidad de la provincia de Guipuzcoa (País Vasco)  fruto de una fusión de 2 pueblos pequeños; Ezquioga e Ichaso. En Ezquioga, hubo unas apariciones marianas que le dieron fama a nivel mundial y generaron una enorme controversia.

Una Virgen, vestida de blanco, con un manto negro y  espada en mano, con gesto desafiante, anunció a los hermanos Bereciartua, el comienzo de La Guerra Civil Española (1936-1939) el 30 de junio de 1931 dentro de 5 años; profecía que se cumpliría posteriormente varios años después.


Las autoridades de la República se sintieron molestas, no solo por el mensaje de crispación que anunciaban las apariciones sino por la enorme marea humana que se sintió atraída por las mismas.


En el primer rosario colectivo participaron medio millar de personas, pero sucesivamente la cifra se fue incrementando a doce mil, treinta mil... fueron contabilizadas hasta cincuenta mil personas.



La gente de toda clase de condición social se dirigía desde todos los lugares, a pie, en coche, los trenes rebosaban de personas; fieles y curiosos que no querían perderse un espectáculo tan insólito.


El Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV),  trató de instrumentalizar las apariciones de La Virgen de Ezquioga y hacerlas suyas, con el objetivo de favorecer su causa nacionalista vasca pero se toparon con que los videntes, afirmaban que los mensajes que recibían no se referían al País Vasco de forma específica sino a España, lo cual causó honda decepción en el Euskadi Buru Batzar (Cómite ejecutivo del EAJ-PNV). Algunos historiadores afirman que la derecha-tradicionalista española, fueron los que sacaron mayor provecho político de las apariciones y sus mensajes.

Un médico psiquiatra estudió el caso y llegó a la conclusión de que los videntes padecían trastornos psiquiátricos tales como: Obsesión, alucinación, mitomanía, deliririo, demencia, idiotismo, cretinismo y solicitó su internado en el centro psiquiátrico.


En 1933, la altas jerarquías de la Iglesia Católica, viendo el cariz que estaban tomando los hechos, consideraron las apariciones de la Virgen de Ezquioga como falsas. En 1934, la Iglesia Católica prohibió la construcción de una basílica en honor a la Virgen de Ezquioga. Algunos creen que en esta decisión pesó mas el conflicto político causado por los mensajes; sin esencia nacionalista vasca como le gustaría a los militantes del EAJ-PNV y hablando de un conflicto bélico en forma de guerra civil que evidentemente no gustaba a las autoridades republicanas que además eran laicas, creyendo firmemente que la derecha tradicional españolista estaban usando a los videntes como arma arrojadiza para desestabilizar el orden establecido. En todo caso, todos los bandos políticos enfrentados y las autoridades eclesiásticas calificaron lo que estaba ocurriendo en Ezquioga como una inconveniencia.


La victoria del bando nacional-católico en La Guerra Civil Española, no supuso ninguna reparación de la honra de los videntes, algunos de ellos siguieron internados en el psiquiatrico de Santa Agueda ubicado en la localidad de Arrasate (Mondragón). A pesar de que, con el paso de los años, se demostró el cumplimiento de la profecía sobre La Guerra Civil Española.

El psiquiatrico de Santa Agueda
Los pocos supervivientes, testigos de las apariciones, familiares, amigos o conocidos de los videntes, prefieren no hablar de estos hechos pasados, las cicatrices de la brutal represión acaecida, aún perduran en el recuerdo.


Además de las hemerótecas de los periódicos de la época. El Padre Amado de Cristo Burguera y Serrano, decidió recoger los mensajes de los videntes en un libro de ochocientas páginas, haciendo una exhaustiva investigación de los mismos, libro  titulado: "Los hechos de Ezquioga ante la razón y la fe"; que sería conocido como El libro negro de Ezquioga por el color de la cubierta. Muchos ejemplares del libro fueron quemados públicamente en la hoguera, conservándose pocos ejemplares de dicho libro en la actualidad.


En 2001 Manuel Gutiérrez Aragón, dirigió una película titulada "Visionarios" que recogen los hechos acontecidos en Ezquioga; las apariciones, la persecución a los videntes y a sus seguidores, la condena moral al obstracismo de todo lo relativo aquel asunto.